Premio Eppendorf & Science en Neurobiología al lenguaje de las dendritas
Conjuntamente con la revista Science, se concede anualmente el “Premio Eppendorf & Science en Neurobiología” a jóvenes científicos de 35 años o menores de cualquier lugar del mundo por sus contribuciones a esta especialización de la Medicina en investigaciones basadas en métodos de biología molecular y celular.
En la edición de 2011, el investigador portugués Tiago Branco, miembro del equipo de investigación postdoctoral del University College of London (Reino Unido), se ha llevado este prestigioso premio por su trabajo titulado “El lenguaje de las dendritas”, conclusiones de sus estudios desarrollados en el conocimiento del lenguaje y las estrategias de cálculo utilizadas por las dendritas en el cerebro humano. Según el trabajo del Dr. Branco la supervivencia de los animales depende de la capacidad para analizar el entorno y actuar en consecuencia. Esto requiere un óptimo procesamiento de información del mundo exterior y utilizarlo para producir una conducta apropiada del individuo, pero ¿cómo lo consigue el cerebro? La información llega a las neuronas en forma de entrada sináptica en las dendritas, prolongaciones protoplásmicas ramificadas, bastante cortas, de la neurona, que separa la entrada de la zona de acción de la iniciación potencial.
En su investigación, El Dr Branco estudió cómo las propiedades de las dendritas podrían ser utilizadas por las neuronas individuales para integrar la información y realizar cálculos específicos. En particular, se centró en la capacidad de las dendritas de discriminar entre diferentes secuencias temporales de entrada, un cálculo fundamental para el éxito de la interacción con un entorno dinámico. “Utilizando la técnica de glutamato por absorción de dos fotones para activar las sinapsis con un control preciso espacial y temporal, hemos demostrado que la presencia de los receptores NMDA permite a las dendritas discriminar de manera eficiente múltiples secuencias de entrada. Además, esta propiedad también ofrece a las dendritas la posibilidad de utilizar diferentes estrategias de cálculo dependiendo de la ubicación de entrada”, explicó el investigador.
Según sus conclusiones, estos resultados ofrecen una importante visión de cómo el cerebro realiza los cálculos que subyacen al comportamiento y sugieren que incluso las neuronas pueden resolver complejas tareas computacionales.