Estrategias de reproducción (i)
Entre las propiedades más interesantes y variables de las poblaciones están las estrategias de reproducción, que son grupos de características coadaptadas que afectan a la supervivencia reproductora. ¿Bajo qué condiciones, por ejemplo, la selección natural favorecerá a un organismo que produce 2 millones de descendientes microscópicos en una sola camada, como ocurre con una ostra, por oposición a un organismo que tiene una sola cría grande, como un elefante? En vista del hecho que las restricciones fisiológicas evitan que una ostra produzca un descendiente de 10 kg, esta cuestión puede parecer tonta. Sin embargo, como resultado de estudios tales como los hechos acerca del tamaño de las nidadas de las aves, los biólogos se han vuelto conscientes de que las estrategias de reproducción varían de un individuo a otro dentro de una población y también de una población a otra entre organismos emparentados. En otras palabras, los patrones comprenden variaciones determinadas genéticamente y sometidas a la selección natural.
Las alternativas para la reproducción.
Las estrategias reproductoras alternativas han recibido una variedad de nombres. G. E. Hutchinson, de la Universidad de Yale, las llamó prodigas y prudentes, señalando que a pesar de los aparentes juicios de valor de estos vocablos, pródigo, puede ser exitoso estas circunstancias en que prudente no lo es. Otros han definido pródigo como oportunistas y prudente como equilibrio. Hablando en general, la estrategia pródiga u oportunista parecería más adaptativa por ejemplo para especies malezas, colonizadoras de campos abiertos, mientras que la estrategia prudente o de equilibrio parecería más adaptativa para una población en su capacidad de carga. Por esta razón, Robert McArthur y E. O. Wilson propusieron que las estrategias pueden ser clasificadas como selección-r o selección-K. Sin embargo, esta propuesta ha sido criticada como una simplificación excesiva. Muchas especies tienen claramente características de selección-r así como de selección-K. Por ejemplo, algunas especies de estrellas de mar que aparecen entre mareas tienen vidas largas (una característica de selección-K) y producen numerosos huevos (una característica de selección-r). Otras especies exhiben predominantemente estrategias de selección-r en algunos momentos de su ciclo vital y estrategias de selección-K en otros momentos.
Las características asociadas con las estrategias alternativas representan extremos hipotéticos en un continuo de posibilidades. La mejor opción en cada continuo -la opción hecha por la selección natural que opera en una población particular- depende en gran parte de otras propiedades de la población (como el patrón de mortalidad y su estructura etaria) y de propiedades del ambiente ocupado por la población.
Reproducción temprana o tardía.
Suponte que eres una planta con una expectativa de vida muy breve -por ejemplo, un antófito anual-. La opción hecha para ti como resultado de la acción de la selección natural en el pasado, es poner tanta energía como sea posible, y tan rápidamente como sea posible, en un esfuerzo reproductor. El resultado es una gran profusión de semillas, que incrementará la probabilidad de que por lo menos alguna sobreviva en un lapso breve de vida y, a su vez, se reproduzcan. Por otra parte, si eres un roble, una vez que te hayas establecido en un lugar, tu lapso de vida probablemente será muy largo, más de 100 años. Sin embargo, la probabilidad de que tu progenie encuentre un espacio en el suelo del bosque es muy pequeña. Crecerás tan alto como te sea posible, durante 20 años o más, dado que la altura ayuda a la dispersión de las semillas y luego producirás una cantidad moderada de bellotas por año, durante cada año a lo largo de tu entero lapso de vida. De esta manera, es probable que produzcas más progenie sobreviviente que si hubieses invertido la misma cantidad de energía en un solo gran esfuerzo reproductor.
Los atunes son como los robles. Una vez que un atún alcanza un tamaño grande (aproximadamente 4 metros de longitud, y un peso de aproximadamente 750 kg) sus probabilidades de continuar sobreviviendo son notablemente buenas. Sin embargo, la mortalidad entre los huevos y larvas es siempre muy elevada, y en los años en los cuales el crecimiento del plancton es escaso, no hay ningún sobreviviente. Por tanto, es mejor para un atún el concentrar sus esfuerzos de alcanzar primero un tamaño seguro y gastar luego una cantidad relativamente pequeña de esfuerzo reproductivo en cada estación, durante un periodo prolongado.
Una reproducción temprana o una tardía pueden ejercer una gran influencia en la tasa de crecimiento de la población. Para la mosca común, si el tiempo de generación (o sea el intervalo entre el momento de la puesta del huevo y el momento que el individuo, a su vez, se aparea y deposita huevos) se abreviara solo dos días (de un mínimo de 13 aún mínimo de 11) habría tiempo para una generación adicional en cada estación. El número total de progenie posible porque la estación se incrementaría en 330 × 1012.
Sin embargo, la precocidad no siempre es beneficiosa. Entre muchos de los mamíferos más grandes, la tasa de supervivencia infantil puede estar correlacionada con la experiencia de la madre, su tamaño, o su posición social, que frecuentemente están determinados por su edad. En estas situaciones, la acción de la selección natural favorece una reproducción demorada. Se observa un patrón similar en la población humana. En los Estados Unidos la mortalidad infantil es más alta entre los padres adolescentes que entre las mujeres de más de 20 años, y aún más elevadas si las adolescentes son de familias pobres, como ocurre con frecuencia.
Progenie pequeña o progenie grande.
Entre las características reproductoras particularmente susceptibles a la selección natural está el tamaño de las semillas de las plantas. El peso promedio de las semillas en poblaciones de varias especies de barra de oro (Solidago) que crecen en un campo (nuevo ambiente abierto a la explotación) y en una pradera (un ambiente donde las poblaciones están más próximas a la capacidad de carga) varía. Cinco de seis especies se encontraron en ambos habitats, aunque existen diferencias notables tanto entre las especies cuanto entre las poblaciones: Cuanto más pequeñas son las semillas de cualquier planta, más numerosas son. En este caso, las semillas más pequeñas corresponden a los individuos del campo.
Fuente: Biología. Curtis & Barnes.