Un cañón en el mar repleto de biodiversidad
El próximo 1 de mayo, un equipo formado por dos geólogos, cinco biólogos, un físico y cinco ayudantes de investigación se embarcará, durante 20 días, a bordo del buque oceanográfico de la Secretaria General del Mar Vizconde de Eza, para estudiar la estructura y dinámica de los ecosistemas profundos del cañón de Avilés, hábitat del emblemático calamar gigante. Los científicos, pertenecientes al grupo de investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ECOMARG, que ha sido galardonado recientemente con el Premio Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad por permitir con sus estudio la creación de la primera Área Marina Protegida oceánica de España, pretenden recabar información de este gigantesco cañón submarino, una de las diez áreas marinas españolas candidatas a formar parte de la Red Natura 2000 en el marco del proyecto INDEMARES.
Durante la presente campaña se completará la información sobre los fondos de zonas concretas mediante sonda multihaz y se continuará con los estudios de las comunidades de organismos que habitan los fondos del cañón así como los hábitats que las soportan en relación a las variables ambientales.
Los cañones submarinos suelen ser puntos con una gran biodiversidad y un elevado número de endemismos. Canalizan los materiales de origen continental lo que conlleva que tengan un alto contenido orgánico y que se observen mayores biomasas de lo habitual, así como altos rendimientos pesqueros. Además pueden producir corrientes ascendentes que transportan los nutrientes de las profundidades a las zonas someras e iluminadas de la columna de agua, donde el fitoplancton los aprovecha incrementando su biomasa, lo que repercute a todo la red trófica que depende de él.
El cañón de Avilés constituye uno de los ecosistemas más extraordinarios de la plataforma continental del mar Cantábrico y resulta fundamental para la gran producción existente en áreas circundantes. En él se encuentran hábitats esenciales para los reproductores de importantes especies de interés comercial como la merluza y el rape. Además, en su fachada noreste existen de arrecifes de corales de aguas frías, ecosistemas únicos de los que aún se sabe muy poco.