Las ventajas de ser pequeño en el mundo animal
En el mundo animal, ser pequeño puede tener bastantes ventajas. Por ejemplo a la hora de percibir lo que sucede alrededor. Los animales más pequeños cuentan con una estructura visual que les permite detectar depredadores con más facilidad que los de mayor tamaño, señala un estudio irlandés publicado hace poco en la revista científica Animal Behaviour. Los resultados del estudio mostraron una fuerte relación entre el tamaño corporal y la rapidez con que la vista podía responde a los cambios en la información visual. La investigación sugiere que criaturas tan pequeñas como los insectos, pájaros, ardillas o palomas pueden observar cualquier movimiento a su alrededor en una escala temporal más fina que las criaturas mayores, lo cual optimiza su capacidad de visualizar el peligro. Algunas moscas, por ejemplo, tienen ojos que reaccionan a los estímulos cuatro veces más rápido de lo que lo hace el ojo humano.
Por otro lado, el derretimiento del hielo y el aumento del nivel del mar está afectando al tamaño de los organismos acuáticos. Y según han demostrado científicos franceses en un trabajo que publicaba la revista PNAS, lo hace favoreciendo a los más pequeños: en el plancton, el zooplancton y los peces del Mar del Norte y del Mar Báltico existe una clara tendencia al aumento de los individuos más pequeños. Y a que los animales alcancen la madurez sexual siendo más diminutos.
A esto se suma que, mientras la evolución favorece a los seres con un mayor tamaño corporal, la extinción favorece a los pequeños, ya que cuanto mayores son las dimensiones de un animal más fácil es que sucumba a la extinción, según un reciente trabajo del Museo de Historia Natural de Washington (EE UU).