Los animales marinos, afectados por la contaminación lumínica en la costa

Según un reciente estudio, los animales marinos se ven afectados por la contaminación lumínica en las zonas costeras. En concreto, las potentes luces asociadas a las poblaciones junto al mar, y aquellas que se utilizan para las actividades como la pesca, están modificando la composición de las comunidades marinas de invertebrados.

Contaminación lumínica en la costa
La contaminación lumínica es un grave problema que afecta a todas las grandes ciudades. Ahora se ha demostrado que tiene también importantes efectos sobre las comunidades de invertebrados marinos.

Los análisis llevados a cabo por los investigadores de las universidades de Bangor y Exeter demostraron que la luz artificial tiene grandes efectos sobre la composición de los ecosistemas marinos en las costas británicas. Esta luz artificial está directamente relacionada tanto con la desaparición de ciertas especies en algunas áreas como con la colonización de otros lugares. Los resultados se han publicado en Biology Letters del Royal Society Journal.

Estos efectos se deben fundamentalmente a que la luz es la herramienta principal utilizada por las larvas de los invertebrados para buscar nuevos habitats en los que poder instalarse y reproducirse. Así, en las costas británicas empieza a haber problemas con especies como los gusanos quilla y las ascidias, que se quedan adheridas a estructuras de los muelles y puertos, entre otros lugares. Al mismo tiempo, se verían reducidos los números de estas especies en ecosistemas donde su presencia es necesaria.

Aunque ya se conocía anteriormente que la luz tiene efectos sobre los organismos marinos, este estudio proporciona, por primera vez, pruebas de los efectos de este tipo de contaminación sobre el entorno marino a nivel de los ecosistemas. Según Tom Davies, uno de los investigadores implicados, serán necesarios más estudios para definir los niveles de luz nocturna admisibles y así poder establecer marcos legales que tengan en cuenta estas cuestiones.

Fuente: Universidad de Exeter.