Una de las grandes críticas de la teoría de la evolución es que es difícil de demostrar. Desde el punto de vista del Creacionismo, es dónde se agarran para negarla. En internet podéis encontrar mucho sobre esto.

Sin embargo, existen multitud de evidencias de que la evolución de los organismos existe y que unos venimos de otros.

Evidencia de la microevolución

La microevolución son fenómenos evolutivos a pequeña escala. Aunque Darwin dijo que la evolución es tan lenta que no podemos observarla, la revolución industrial ha traído aparejada casos de adaptación en pequeños espacios de tiempo.

Un caso muy conocido es el de la polilla llamada Biston betularia. Esta polilla era clara y ha cambiado a ser oscura. Aquí puedes leer más sobre el caso.

Otro ejemplo de selección natural lo tenemos en el desarrollo de resistencias a insecticidas. Estos compuestos químicos que inicialmente se definieron como los salvadores de la salud y de los bienes humanos, han caído en desgracia por su tendencia a acumularse en el ambiente y por el extraordinario aumento de las cepas resistentes de insectos. Puedes leer múltiples artículos sobre este punto, como este sobre mosquitos.

Un ejemplo más reciente de selección natural está en el desarrollo de resistencias a las drogas de las bacterias. ¿Cuántas veces hemos oído que no tomemos antibióticos si no los necesitamos? Esta es la causa, la bacterias mutan y se hacen resistentes a ellos. Por ejemplo, en Helicobacter pylori.

Como puedes ver, todos los mecanismos adaptativos están orientados a seguir viviendo y perpetuar la especie.

Evidencia de la macroevolución

La macroevolución se refiere al cambio evolutivo por encima del nivel de las especies. Cinco son las categorías en las que recaen estas evidencias:

1. El número de especies: la gran biodiversidad que existe es difícil de explicar de una manera creacionista. Principalmente en los trópicos, donde reside el mayor número de especies diferentes y, aún a día de hoy, se siguen descubriendo especies nuevas.
2. Biogeografía: es decir, la distribución de plantas y animales en las diferentes zonas del planeta. Por ejemplo, las similitudes entre especies en determinadas zonas (los pinzones de las Galápagos) y los grandes grupos de otras especies en zonas definidas (como los marsupiales en Australia).

   

3. Registro fósil: Este revela una sucesión en la cual las formas más simples generalmente preceden a las más complejas en el tiempo (a escala geológica). El registro fósil se remonta a 3.000 millones de años, muchos años para estar equivocados.
4. Homología: es de notar la gran cantidad de paralelismos que se producen en la naturaleza es difícil de explicar de otra manera. Por ejemplo, los miembros anteriores de cocodrilos, aves, ballenas, caballos, murciélagos, humanos… son sorprendentemente similares. A nivel microscópico pasa exactamente lo mismo: la naturaleza doble de las membranas celulares, la organización interna de cilios y flagelos eucarióticos, la cadena de transporte electrónico…
5. La imperfección de la adaptación: existen numerosas adaptaciones medias para llegar a un ojo tan complejo con el de los homínidos. Es decir, hay gradaciones y variedades de adaptaciones, no simplemente un conjunto de soluciones perfectas para un problema dado.

Fuente: Biología. Curtis & Barnes.