La extraordinaria diversidad de los animales en la naturaleza
La característica unificadora entre todos los animales es su modo de nutrición. A diferencia de las plantas, que son receptoras pasivas de la energía solar, los animales deben buscar fuentes de alimento. O, alternativamente, elaborar estrategias para asegurar que éste vaya a su encuentro. Así, la movilidad de todo el organismo, de sus parte o de ambas cosas, es un requisito para la supervivencia animal. La movilidad, en general, y la caza de la presa, en particular, requieren de sistemas eficientes de integración y control de la multitud de células que constituyen el organismo. En suma, músculo y nervio, los rasgos distintivos del reino animal, tienen su origen en el heterotrofismo.
Diversidad animal
Paradójicamente, estas características unificadores del reino animal son también la clave de la su diversidad. Dadas las propiedades de los tejidos vivos y las características de nuestro planeta, particularmente la fuerza de la gravedad y las propiedades físicas del agua y del aire, hay sólo unos pocos modos básicos en que puede llevarse a cabo la locomoción, la captura de alimento, la autodefensa y la coordinación. Sin embargo, durante la evolución, a medida que los animales se adaptaron a ambientes nuevos o variables, estos pocos modos básicos fueron «reinventados», refinados y elaborados, dando como resultado la gran diversidad de detalles estructurales y funcionales que vemos actualmente.
Patrones de reproducción
En los patrones de reproducción ha ocurrido una diversificación similar. Eso ha suministrado mecanismos no solo para la combinación genética, sino también para la dispersión en hábitat con abundantes reservas de alimento y su correspondiente explotación.
La reproducción sexual es el patrón usual en los animales. Muchos tipos diferentes de animales son también capaces de una rápida reproducción asexual cuando las condiciones son favorables. La mayoría de los animales son diploides, y los gametos son el único estadio haploide del ciclo vital.
En la forma más primitiva y simple de la reproducción sexual, los espermatozoides y las ovocélulas producidas por diferentes individuos son liberados en el agua, donde se unen. La fecundación externa fue conservada en muchos animales que en otros aspectos son muy evolucionados (por ejemplo, la mayoría de las ranas y los sapos). Aunque también surgió una variedad de diferentes métodos de fecundación interna.
Formas inmaduras
Una versatilidad adicional, particularmente en la alimentación y dispersión, la suministran las formas inmaduras, o larvas, características de los ciclos de vida de muchos diferentes tipos de animales. La forma y el tamaño de la mayoría de los animales no varían más cuando se hacen adultos. A diferencia de las plantas, en las que el crecimiento frecuentemente continúa durante toda la vida del organismo. Sin embargo, las larvas frecuentemente difieren notablemente en tamaño y forma de sus contrapartes adultas.
Fuente: Biología. Curtis & Barnes.