La contaminación de los océanos por culpa del Coronavirus

Cada vez hay más mascarillas y guantes desechables que causan contaminación en nuestros océanos. De cara al futuro, se debe trabajar en materiales que sean menos agresivos para el medio ambiente, estos residuos se deben gestionar correctamente.

El uso de material de protección ha aumentado exponencialmente, tanto a nivel sanitario como individual, debido a la gran capacidad de transmisión del nuevo coronavirus.

No son reciclables la mayoría de los materiales con los que se fabrican las mascarillas y guantes desechables y por ello se está generando un colapso en la gestión de este tipo de residuos. Debido a ello muchos acabaran contaminando océanos, mares y ríos.

Proteger de contaminación nuestros ecosistemas y nuestra salud

El uso de mascarillas y guantes que no se pueden reciclar ni reutilizar es  inevitable para protegernos del contagio, pero no debemos tirarlos a la vía pública y utilizar estos materiales con responsabilidad. El ciudadano debe entender que un residuo abandonado en la calle de una ciudad, puede acabar llegando a nuestros mares y océanos, así como a la naturaleza en general.

Debemos actuar con responsabilidad, ya que de nuestra actuación depende que estos materiales no se conviertan ni en problema medio ambiental ni en un riesgo sanitario. No es sólo proteger el medio ambiente sino también proteger nuestra salud. Si no se depositan las mascarillas y guantes en el contenedor adecuado, puede incrementarse la transmisión del virus SARS-CoV-2, ya que diversos estudios han mostrado la capacidad del virus de permanecer activo en diferentes superficies hasta varios días.

contaminación

La contaminación de plásticos es un gran problema medioambiental pero es cierto que por motivos de salud e higiene no es posible prohibir el uso de plásticos de un sólo uso. Aunque una vez resuelta la crisis sanitaria, se debe evitar que se produzca un mayor problema ambiental. Por ello se deben desarrollar materiales alternativos a los plásticos más reciclables, más biodegradables y menos contaminantes. Como por ejemplo:

  • Bioplásticos que proceden de una amplia variedad de plantas como maíz o girasol.
  • Micelio de los hongos ya que hay empresas como Ecovative Design capaces de hacer crecer plástico en el sustrato en el que crecen setas y champiñones.
  • Bagasse procedente del procesado del azúcar de caña.
  • Papel y plástico procedente de la piedra que está fabricado con carbonato de calcio que genera menor huella de carbono que el papel.
  • Hojas de palmera, el material de esta hoja se moldea hasta lograr la forma deseada.
  • Celofán de pulpa de madera, que es un material sostenible y semi-permeable.
  • Bolsas del caparazón de las gambas, que es un desecho que permite su reutilización para bolsas de plástico resistentes.
  • Caseína, proteína de la leche que se emplea para producir plástico.

De momento en esta situación en la que es obligatorio el uso de la mascarilla, una simple acción como no arrojar a la calle su mascarilla puede hacer la diferencia. Además hay otras opciones, como el uso de las mascarillas de tela que se pueden reutilizar solo si previamente han sido desinfectadas y lavadas con agua y jabón.

Para deshacernos de los guantes y mascarillas, hay que arrojarlos en el contenedor de restos, el de la basura habitual. Es la manera correcta para que puedan ser tratados y no supongan un grave problema ambiental. Además, si los guantes, mascarillas y toallitas desinfectantes provienen de personas enfermas, deben ir en tres bolsas de basura cerradas antes de arrojarlos en el contenedor de restos.

Y si nos deshacemos de las mascarillas sea cual sea su  material, debemos cortar las cuerdas ya que son peligrosas para las especies marinas, si estas mascarillas acaban finalmente en el mar.

Donde no depositar los guantes y mascarillas usados

Evitar la contaminación de los océanos es fácil:

  • Los guantes, que son de plástico de difícil degradación no se deben arrojar al inodoro, porque pueden acabar en el mar y al ser de colores vistosos y con dedos que se mueven por la corriente, llaman la atención de las especies depredadoras que se los engullen como si fuera comida.
  • Las mascarillas tampoco se deben arrojar al inodoro por los atascos que podría generar, además cuando acaban en el entorno tardan en degradarse
  • Las toallitas húmedas desinfectantes también deben depositarse en los contenedores de restos y nunca en el inodoro ya que por muy biodegradables que anuncian que son, las toallitas siguen atascando nuestros desagües e instalaciones de tratamiento de aguas residuales.
  • La mala práctica del depósito, lleva desperdicios hacia ecosistemas sensibles de ser contaminados creándose un grave daño ecológico
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Autora: Claudia Ponce de león Sierra.