El papel del biólogo ante las catástrofes naturales

El pasado jueves 5 de diciembre, en la decimoséptima edición de CONAMA, el COBCM participó en una mesa sobre el papel de las profesiones frente a las catástrofes naturales.

Tras la potentísima DANA que afectó fundamentalmente a la provincia de Valencia causando en torno a 230 fallecidos, la mayor parte de las intervenciones se centraron, lógicamente, en las consecuencias de este hecho dramático.

Quizá lo más destacable de todas ellas fue la unanimidad respecto a la enorme importancia de no construir en lugares de alto riesgo, así como la necesidad de un enfoque multidisciplinar que debe presidir la prevención y la reconstrucción frente a estos fenómenos.

Desde las profesiones del sector jurídico, económico y social, se destacó la prioridad de simplificar trámites para la recepción de ayudas, puesto que muchas personas han perdido su propia documentación personal. Debe compatibilizarse el esfuerzo económico de la Administración, con la reducción de tareas burocráticas para iniciar la completa reconstrucción de sus vidas.

catástrofes

Los profesionales de la Arquitectura y de la Ingeniería hicieron propuestas de planificación estratégica para enfrentarse a la posible repetición de fenómenos climatológicos extraordinarios, a través de importantes inversiones.

En el sector sanitario y de Ciencias, en donde se encuadra nuestra participación, se destacó la caída del nivel asistencial más básico, que permite la atención a personas mayores y discapacitadas para, simplemente, administrarles su medicación. También se expusieron los efectos psicológicos negativos de estas catástrofes, tanto a nivel personal como colectivo y la importancia de una atención psicológica temprana para evitar el estrés postraumático.

Catástrofes desde el punto de vista del biólogo

En nuestra intervención, se intentó transmitir el indispensable papel de los científicos frente a las eventuales catástrofes naturales desde los puntos de vista de la prevención y la reconstrucción, destacando al inicio de la ponencia la capacidad científica de los biólogos, frente a una percepción, a veces sesgada, que infravalora nuestra capacidad de actuación efectiva sobre el terreno, relegándonos a un papel de divulgación que, desde luego, también hay que reivindicar como mecanismo de prevención social.

Hablamos de inundaciones e incendios forestales en España, no como catástrofes extraordinarias, sino como fenómenos recurrentes o, más bien, habituales. La pérdida de vidas humanas es siempre el efecto más doloroso e irreparable, pero si no eliminamos o minimizamos el riesgo, este daño colateral se producirá aleatoriamente sin la posibilidad de predecir su alcance.

Nuestra propuesta es fomentar la prevención desde la reconstrucción, poniendo en valor el concepto de “Respeto a la Naturaleza” frente a la “Defensa de la Naturaleza”, ya que como vemos, se defiende muy bien ella sola, a veces con devastadoras consecuencias.

Considerando necesidades como la construcción de infraestructuras, fundamentalmente hidrológicas, en un país afectado reiteradamente por largos períodos de sequía, también el aprovechamiento agropecuario del suelo o el desarrollo industrial en zonas afectadas por una creciente despoblación, es imprescindible respetar los cauces fluviales con sus llanuras de inundación exentas de especulación urbanística, utilizar preferentemente flora autóctona, evitando repoblaciones inadecuadas a base de monocultivo forestal y luchar contra especies invasoras que incrementan los riesgos y agravan las consecuencias.

Para terminar, pusimos el foco sobre el gran abanico de catástrofes posibles que ya vienen reclamando nuestra atención, como el desastre del Mar Menor ocasionado por una nefasta gestión en el uso de fertilizantes y un inadecuado control de plagas; la repetición y extensión de brotes de Xylella fastidiosa que afecta cultivos de gran interés económico y está presente en numerosas especies de interés forestal; la sobreexplotación de acuíferos que afecta a Parques Nacionales, imposibilitando cualquier modelo de agricultura sostenible, sin olvidar la falta de desarrollo de sistemas de salud ambiental (One Health) que permitiría la detección y actuación temprana ante futuras pandemias.

La edición de este congreso CONAMA 2024 se cerró con la colaboración de Francisco Valladares, biólogo y divulgador científico.

.