Las mariposas de Fukushima

Cuando, tras el desastre de Fukushima, investigadores de la Universidad Ryukyo en Okinawa (Japón) decidieron estudiar cómo habían reaccionado las mariposas azules de la especie Pseudozizeeria maha al accidente de la planta nuclear descubrieron que el 12% de las que estaban en estado de larva durante el desastre ocurrido tras el sismo el 11 de marzo de 2011 tenían las alas mucho más pequeñas y los ojos irregularmente desarrollados. Y estas mutaciones eran hereditarias, tal y como daba a conocer Nature.

Ahora, otro estudio nipón publicado esta semana en Scientific Reports acaba de añadir nuevos datos sobre la reacción de los lepidopteros ante la contaminación por radiactividad: sus autores han demostrado que las larvas de esta misma especie de mariposa que han ingerido hojas expuestas a radiactividad tras el accidente nuclear de Japón en 2011 son más propensas a sufrir anomalías y muerte temprana.