Plasticidad cerebral, ¿qué es?

La plasticidad cerebral se define como la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida, como adaptación a la diversidad del entorno. Aunque este término se utiliza hoy día en psicología y neurociencia, con bastante frecuencia, no es fácil de definir.

Cuando se habla de plasticidad cerebral, se utiliza especialmente para referirse a los cambios que se dan a diferentes niveles en el sistema nervioso: estructuras moleculares, cambios en la expresión genética y comportamiento del individuo. A esa plasticidad cerebral, que por tanto es la plasticidad de las neuronas (que son unas de las células del sistema nervioso, recordar también a las células de la glía) la denominamos, neuroplasticidad. La neuroplasticidad permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y formar nuevas conexiones sináptica. Por otro lado, la conocida como la plasticidad neuronal representa la facultad del cerebro para recuperarse de los daños y reestructurarse.

Plasticidad cerebral
Esquema de eurona motora.

Este proceso de plasticidad cerebral, neuronal y neuroplasticidad, no es más que un proceso adaptativo del sistema nervioso que permite al cerebro reponerse a trastornos o lesiones, y puede reducir los efectos de alteraciones estructurales producidas por patologías como la esclerosis múltiple, Parkinson, deterioro cognitivo, enfermedad de Alzheimer, dislexia, TDAH, insomnio, etc.

La plasticidad sináptica

La plasticidad sináptica está dentro de la plasticidad cerebral. Cuando el cerebro está ocupado en un nuevo aprendizaje o en una nueva experiencia se establece una serie de conexiones neuronales. Estas vías o circuitos neuronales son construidos como rutas para la intercomunicación de las neuronas. Precisamente esa comunicación dada en las rutas neuronales creadas en el cerebro a través del aprendizaje y la práctica de aquello que hemos aprendido. Al final, es como un pastor dirigiendo por un camino al rebaño.

Las neuronas que se comunican entre sí mediante conexiones llamadas sinapsis, de las cuales ya hablamos en otro post aquí. Pues bien, esas sinapsis o vías de comunicación se pueden regenerar durante toda la vida. Por ello, cada vez que se adquieren nuevos conocimientos (a través de la práctica repetida, por supuesto), la comunicación o la transmisión sináptica entre las neuronas implicadas, se ve reforzada. Cuanto mejor es la comunicación entre las neuronas significa que las señales eléctricas viajan de manera más eficiente a lo largo del nuevo camino. Por ejemplo, cuando se intenta aprender a usar una nueva aplicación, se realizan nuevas conexiones entre algunas neuronas. Así, las neuronas de la corteza visual determinan su color y botones, las de la corteza auditiva atienden a sus sonidos y, otras, al nombre de los menús. Para ello son repetidamente evocados, de manera que se revisita el circuito neural y se restablece la transmisión neuronal entre las neuronas implicadas, por lo que cada nuevo intento mejora la eficiencia de la transmisión sináptica.

La neurogénesis

Para rematar, la neurogénesis es un concepto importante, ya que considerando que la plasticidad sináptica se logra a través de mejorar la comunicación en la sinapsis entre las neuronas existentes, la neurogénesis se refiere al nacimiento y proliferación de nuevas neuronas en el cerebro. Durante mucho tiempo la idea de la regeneración neuronal en el cerebro adulto era considerado una locura, la ciencia y los científicos creían que las neuronas morían y no eran reemplazadas por otras nuevas. Estas rutas de comunicación que crea el cerebro se van a ver fortalecidas cuanto más funcionan.

plasticidad cerebral

Esto cambió en los años 60, la comunidad científica todavía creía que el cerebro adulto de los humanos era rígido y estático. Marian Diamond, por el contrario, publicó un estudio –Chemical and Anatomical Plasticity of Brain– en 1964, junto con tres compañeros (los psicólogos Mark Rosenzweig y David Krech, y el bioquímico Edward Bennett) donde evidenció por primera vez que el cerebro adulto también cambiaba anatómicamente. En definitiva, el cerebro era adaptativo y plástico, gracias al conocimiento, pero sobre todo en los últimos años, la existencia de la neurogénesis ha permitido comprobar científicamente esto. Ahora sabemos qué ocurre cuando las células madre, un tipo especial de célula que se encuentra en el giro dentado, el hipocampo y, posiblemente, en la corteza prefrontal, se divide en dos células: una célula madre y una célula que se convertirá en una neurona totalmente equipada, con axones y dendritas. Luego, estas nuevas neuronas migran a diferentes áreas (incluso distantes entre sí) del cerebro, donde son requeridas, permitiendo de esta forma que el cerebro mantenga su capacidad neuronal. La multiplicidad de las circunstancias en la vida, para que se ocasione un nuevo aprendizaje, ¿cambia cada vez que aprendemos algo el cerebro? La investigación sugiere que esto no es así. Parece que el cerebro adquirirá nuevos conocimientos, y, por lo tanto, actualizará su potencial para la plasticidad, si el nuevo aprendizaje conlleva una mejora de comportamiento. La comunicación entre las neuronas correspondientes, es mejorada, la cognición se hace más y más rápidamente, a más práctica, porque las neuronas fortalecen los puentes de la comunicación entre ellas.

Por tanto, la plasticidad sináptica es quizás el pilar sobre el que neurociencia y psicología están intentando investigar y darnos más información sobre nuestro órgano más curioso y desconocido el cerebro, explicándonos con ello nuestra plasticidad cerebral.

Bibliografía

Kolb, B., Mohamed, A., & Gibb, R., La búsqueda de los factores que subyacen a la plasticidad cerebral en los cerebros normal y en el dañado, Revista de Trastornos de la Comunicación (2010), doi: 10.1016/j.jcomdis.2011.04 0.007.
Kolb, B., Mohamed, A., & Gibb, R., La búsqueda de los factores que subyacen a la plasticidad cerebral en el cerebro normal y en el dañado, Revista de Trastornos de la Comunicación (2010), doi: 10.1016 / j. jcomdis.2011.04.007
Pablo Barrecheguren, Marian Diamond: la científica que descubrió la plasticidad cerebral, Cuaderno de Cultura Científica, 25 mayo 2018.
Mujeres en la Ciencia: Marian Diamond y la teoría de la plasticidad cerebral, Stannah, 2 febrero 2018
My Love Affair With the Brain: The Life and Science of Dr. Marian Diamond, vídeo completo con subtítulos en castellano Margarita Rodríguez, Marian Diamond, la extraordinaria científica que estudió el cerebro de Albert Einstein y nos dejó excelentes noticias sobre nuestro propio cerebro, BBC News Mundo, 21 abril 2016.

Autora: Ana María Morón. Ammu Neuroscience&Biology.