BUM, BUM

Aquí estoy, con el latido de su corazón. Aquí estoy, formando el miocardio de este grandullón. Puedo alegremente decir que soy una célula muy especial, un cardiomiocito. Mi misión es contribuir al bombeo de sangre mediante mi contracción y distensión. Para ello, me uno a mis vecinos, mediante discos intercalares, y formamos las fibras miocárdicas. Así, ocasionamos sístoles y diástoles de los ventrículos y logramos que la sangre recorra tanto el circuito pulmonar como el general.

BUM, BUM

Mis días son siempre iguales; contracción, distensión, contracción, distensión… y acabo agotado. ¡No os podéis creer el gasto de energía que conlleva! Por suerte estoy bien preparado, tengo un gran número de mitocondrias, y la verdad es que se agradecen mucho. La mayor parte de mi energía viene de la fosforilación oxidativa, ya que tengo muy poco glucógeno. Así que, que nadie me corte mi suministro de oxígeno. ¡Qué quede bien claro!

BuM, BUm

¡¿Cómo?! ¿Por qué me están llegando impulsos tan irregulares? ¿Qué le pasa al nódulo sinusal? Necesito los impulsos eléctricos para contraerme (¡y mis vecinos también!). Tienen que llegar hasta las cisternas, que forma mi retículo endoplasmático, donde se acumula el calcio, para después dejarlo salir. Los sarcolemas permiten que lleguen hasta aquí los impulsos eléctricos que llegan desde los axones de una neurona, pero, obviamente, no pueden producirlos. Y sí, el calcio es importante, no soy tan exagerado.

BUm, buM

Bueno, por lo menos sigue latiendo… BuM, bUM

 Eso sí que no me lo esperaba. Bueno, como iba diciendo, el calcio que estaba retenido en el retículo sale de la membrana hacia el sarcoplasma (mi citoplasma) y llega hasta el citoesqueleto que está formado principalmente por fibras de actina y miosina. Aquí, propicia la desfosforilación del ATP, lo que causa el movimiento de las fibras de actina sobre las de miosina y causa…

BuM, bUm BUm, buM

… la contracción. Esto ya no es normal. Y ahora, ¡¿qué pasa?!

Autora: Ana Muñiz Escribano. Colegio Base, 4º ESO